
Cuando la guerra entre los Tres Reyes y los Cinco Nigromantes Negros estaba próxima a su fin, Dadrogof, el más poderoso de los nigromantes, viendo que la derrota estaba cerca, no le quedó más remedio que hacer uso de un conjuro que llevaba años perfeccionando, el “Anima Prehenderat”, con él era capaz de atrapar las almas de los caídos y conjurarlas para luchar bajo su mando, a tales engendros los llamó Necroalmas, feroces guerreros sedientos de sangre, incapaces de sentir, difíciles de matar a distancia y que no sentían dolor, esto hizo que la balanza se nivelara durante un tiempo, pero la precipitación para frenar el avance inexorable del enemigo, hizo que Dadrogof cometiera el error de usarlo antes de estar totalmente preparado, cada vez que usaba el conjuro consumía demasiado de su esencia. Muy debilitado por su uso continuado, algunos miembros de la hermandad de los Cinco pidió a Dadrogof compartir su secreto, este, se negó alegando que era demasiado peligroso y sólo él podía usarlo. Lo que parecía que podría ser el resurgir del Estandarte Negro, se convirtió en una maldición para el propio Dadrogof, las victorias se transformaron rápidamente en derrotas por el alto coste físico que le suponía usar el conjuro, fue tal la demacración, que estuvo varias veces al borde de la muerte.
Mientras la capacidad de Dadrogof menguaba y las intrigas dentro de los Cinco crecían, los ejércitos de los Tres Reyes llegaron frente a los enormes muros de la majestuosa fortaleza de los Nigromantes Negros en Pico Cuervo, comenzando así los preparativos de lo que tenía que ser la última gran batalla.
En la mañana del trigésimo tercer día de primavera, y el décimo desde que empezaron los preparativos del asalto a la fortaleza, la guerra terminó abrupta y misteriosamente, nadie sabe exactamente qué pasó ese día de primavera en el bastión del Estandarte Negro, pero cuando las tropas de los Tres Reyes entraron encontraron el cuerpo de dos de los nigromantes y el de decenas de enanos de los Abismos del Hierro y de orcos de Garra de Sangre muertos. Todos, dieron por sentado que los dos nigromantes muertos se habían rebelado contra Dadrogof muriendo en el enfrentamiento junto a orcos y enanos, luego, habría huido junto a sus dos fieles seguidores, pero; a dónde y por dónde.
Durante los meses siguientes, abundantes escaramuzas se produjeron a la sombra de Pico Cuervo contra estas almas atormentadas y otras muchas criaturas en busca de Dadrogof y el resto de nigromantes, numerosas fueron las expediciones enviadas a la montaña y a los restos de la fortaleza para buscar su procedencia, pero salvo contados enfrentamientos con un número reducido de criaturas y engendros, sólo hallaron pequeños refugios y campamentos improvisados, nunca se encontró nada que indicara un asentamiento mayor ni su procedencia. Dadrogof y sus dos acólitos habían definitivamente desaparecido. Los encuentros, con el paso del tiempo, fueron siendo cada más esporádicos, hasta que un día dejaron simplemente de suceder. Con el discurrir de los años, la gente se fue olvidando de ello y tras tres generaciones sin incidentes, las historias se convirtieron en leyendas y luego en cuentos que sólo se contaban en las tabernas tras consumir abundante cerveza, nunca más se supo de los nigromantes, las criaturas o Dadrogof, la vida volvió a prosperar, y aunque ya no eran más que un mal recuerdo, cada año, en el trigésimo tercer día de primavera, nadie duerme tranquilo bajo la sombra de Pico Cuervo…

Buena lectura!!!
Aun tengo que mejorar mucho la narración, además, esto es sólo un pequeño resumen de toda la historia de esos últimos meses, semanas, días del fin de la guerra, la creación de las Necroalmas y de lo que sucedió después XD pero tampoco quería poner aquí un “relato” demasiado extenso, tampoco tenía ilustraciones para poner y que fuera más amena la lectura sobra la historia XDDD.